Corona de Aragón
El aragonés (aragonés en aragonés) es una lengua románica hablada en varios dialectos por entre 10.000 y 30.000 personas en los valles pirenaicos de Aragón, España, principalmente en las comarcas de Somontano de Barbastro, Jacetania, Alto Gállego, Sobrarbe y Ribagorza/Ribagorça. Es la única lengua moderna que ha sobrevivido del navarro-aragonés medieval en una forma claramente distinta del español.
El aragonés, que se desarrolló en partes de la cuenca del Ebro, se remonta a la Alta Edad Media. Se extendió por los Pirineos a zonas donde antes se hablaban lenguas similares al vasco. El Reino de Aragón (formado por los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza) se expandió hacia el sur desde las montañas, empujando a los moros más al sur en la Reconquista y difundiendo la lengua aragonesa.
La unión de los condados catalanes y el Reino de Aragón que formó la Corona de Aragón del siglo XII no fusionó las lenguas de los dos territorios; el catalán siguió hablándose en el este y el navarro-aragonés en el oeste, con límites difuminados por la continuidad dialectal. La Reconquista aragonesa en el sur terminó con la cesión de Murcia por parte de Jaime I de Aragón al Reino de Castilla como dote de una princesa aragonesa.
La lengua más parecida al latín
Aragón (/ˈærəɡɒn/ o /ˈærəɡən/, castellano y aragonés: Aragón [aɾaˈɣon], catalán: Aragó [əɾəˈɣo]) es una comunidad autónoma de España, coextensiva con el medieval Reino de Aragón. En el noreste de España, la comunidad autónoma aragonesa comprende tres provincias (de norte a sur): Huesca, Zaragoza y Teruel. Su capital es Zaragoza. El actual Estatuto de Autonomía declara a Aragón como nacionalidad histórica de España.
Con una superficie de 4.720 km2,[3] el terreno de la región varía desde los glaciares permanentes hasta los valles verdes, las ricas tierras de pastoreo y los huertos, pasando por las áridas llanuras esteparias de las tierras bajas centrales. Aragón cuenta con numerosos ríos, entre los que destaca el río Ebro, el más caudaloso de España, que atraviesa toda la región en dirección oeste-este por la provincia de Zaragoza. También alberga las montañas más altas de los Pirineos.
En enero de 2020 [actualización], la población de Aragón era de 1329394 habitantes,[4] de los cuales más de la mitad vivían en su capital, Zaragoza. Durante el mismo año, la economía de Aragón generó un PIB de 34687 millones de euros, lo que representa el 3,1% del PIB nacional de España,[5] y actualmente ocupa el sexto lugar en producción per cápita, por detrás de Madrid, País Vasco, Navarra, Cataluña y La Rioja.[6]
Lenguas románicas
El aragonés (en su propia lengua: aragonés o a veces fabla) es una lengua románica hablada en el norte de Aragón, en la vertiente central del sur de los Pirineos. También es promovido por grupos de aficionados en el resto de Aragón (España).
El aragonés se consideraba a menudo como un dialecto español en la lingüística románica tradicional, pero ahora la mayoría de los especialistas lo consideran cada vez más como una lengua autónoma, ya que tiene una tradición literaria muy antigua e independiente, algunos rasgos originales y también rasgos compartidos con el catalán y el occitano (no sólo con el español)[1].
Esta lengua minoritaria está teóricamente reconocida por varias declaraciones de la comunidad autónoma de Aragón, pero todavía no se ha puesto en marcha ninguna política lingüística activa ni ningún estatuto oficial. Por lo tanto, el aragonés sigue gravemente amenazado por el continuo avance del español, la lengua estatal. No obstante, un activo movimiento cultural ha trabajado desde los años 70 para promover el aragonés.
El aragonés surgió cerca del siglo VIII en lo que hoy es el norte de Aragón, el sur de Navarra y La Rioja, por lo que los especialistas llaman a veces navarro-aragonés a esta primera etapa de la lengua. Era la evolución local del latín popular con un interesante sustrato vasco. El primer texto escrito navarro-aragonés, las Glosas emilianenses, se redactó en el siglo XI en La Rioja. Entre los siglos XI y XV, el aragonés se extendió hacia el sur gracias a la Reconquista y a la expansión del Reino de Aragón, sustituyendo así al mozárabe y al árabe en todo Aragón, el País Valenciano occidental y parte de Murcia. En la misma época, el aragonés gozaba de un uso y un prestigio crecientes en la literatura y en todo tipo de escritos. Pero desde el siglo XV, el castellano se convirtió en la lengua estatal dominante del Reino de España, lo que obligó al aragonés a retroceder hacia el norte de Aragón y a disminuir rápidamente. El reciente movimiento cultural que defiende el aragonés desde los años setenta podría ser la última oportunidad de revertir el cambio lingüístico.
Lengua aragonesa
El español, o castellano, es una lengua romana que apareció en los siglos VIII y IX. Es heredero del latín que se hablaba en la región de Cantabria tras la decadencia del Imperio Romano.
Como bien sabemos, la Península Ibérica fue el teatro de una afluencia de personas de diferentes horizontes a lo largo de los siglos (diversas religiones y culturas). Esto ha ido influyendo en la cultura y la lengua españolas.
Los romanos conquistaron la Península Ibérica entre los siglos III y I a.C. e impusieron el latín como lengua. Así, todas las lenguas habladas antes de esa época en la península se perdieron, a excepción del euskera.
Durante el siglo V, el Imperio Romano de Occidente sufrió invasiones bárbaras procedentes de Germania (en España fueron los visigodos), por lo que tuvieron una gran influencia al incorporar varios términos germánicos al latín.
Por su parte, el castellano apareció en el año 800 durante la ocupación árabe-musulmana cuando un condado llamado “Condado de Castilla”, vasallo del Reino de Asturias, fue ganado por los castellanos y poblado por una población mayoritariamente vasca. En 1035 este condado se convirtió en un reino (Reino de Castilla). Con el paso de los años, este reino se extendió por el norte de España. En 1212 comenzó la reconquista cristiana, liderada por el Reino de Castilla. Todas las ciudades ocupadas por los musulmanes cayeron una a una, excepto Granada, que permaneció hasta 1492. Tras la reconquista, España se dividió en varios reinos: el reino de Castilla (de habla castellana), el reino de Aragón (de habla catalana), el reino de Navarra (de habla vasca), el Principado de Andorra (de habla catalana) y el reino de Portugal (de habla portuguesa).