Ciudades más grandes España
“¿Copia?”, me preguntó el camarero mientras pagaba unas tapas en la madrileña calle de Ponzano. La pregunta era sencilla: ¿necesita un recibo? – pero entre el parloteo no lo entendí. Cambió al instante a un inglés ligeramente acentuado. “¿Quieres una copia?” Aquel intercambio ligeramente humillante resumía la razón por la que mi mujer Julia y yo tomábamos a la mañana siguiente el tren rápido de Madrid al corazón de la vieja Castilla, a Valladolid.
Compartí mi problema: donde tenemos una casa, en Extremadura, en el suroeste de España, la gente habla muy rápido y tiende a cortar partes significativas de sus palabras. Así, “cuidado” se convierte en algo así como “kwow”. El remedio, según Arantza, serían dos semanas de inmersión en la lengua y la cultura españolas, aquí, en el hogar del castellano puro. El grado de inmersión dependería de nosotros.
Gracias a nuestra beca, las cuatro horas de clase al día -más las visitas opcionales a museos y bodegas- eran efectivamente gratuitas una vez que hubiéramos pagado la cuota de inscripción de 100 euros (85 libras). Si a esto le añadimos un Airbnb con tuberías ruidosas, nuestro gasto para esta quincena que podría cambiarnos la vida fue de menos de 500 libras para dos personas.
Real valladolid
Municipio de Castilla y León, EspañaValladolidMunicipioDe izquierda a derecha y de arriba a abajo: vista panorámica de la ciudad, el Ayuntamiento en la Plaza Mayor y la señalización ajardinada instalada en el Campo Grande y la Academia de Caballería.
Valladolid (/ˌvælədəˈliːd, -ˈlɪd, ˌbɑːjə-/, español: [baʎaðoˈlið] (escuchar)) es una ciudad de España y la principal sede del gobierno de la comunidad autónoma de Castilla y León. Tiene una población de unos 300.000 habitantes (estimación 2021),[2] lo que la convierte en el decimotercer municipio más poblado de España y en la mayor ciudad del noroeste de España. Su área metropolitana ocupa el 20º lugar en España con una población de 414.244 personas en 23 municipios.
La ciudad está situada en la confluencia de los ríos Pisuerga y Esgueva, 15 km antes de que se unan al Duero, y se encuentra dentro de cinco comarcas vitivinícolas: Ribera del Duero, Rueda, Toro, Tierra de León y Cigales.
El casco antiguo está formado por una variedad de casas históricas, palacios, iglesias, plazas, avenidas y parques, e incluye el Museo Nacional de Escultura, así como las casas de Zorrilla y Cervantes que están abiertas como museos. Entre los eventos que se celebran cada año en la ciudad destacan la famosa Semana Santa, la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) y el Festival de Teatro y Artes de Calle (TAC).
Idioma español
El fin de semana leí un artículo titulado “No, los andaluces o los latinoamericanos no hablan un mal castellano”. (No, los andaluces y los latinoamericanos no hablan un mal castellano). Me llamó la atención porque he vivido tanto en Latinoamérica como en Andalucía. De hecho, mi vocabulario español está salpicado de palabras de América Latina, lo que lleva a mis amigos a bromear sobre mi “español incorrecto”. Sin embargo, muchos de ellos son andaluces, y dentro de España, el dialecto andaluz suele ser despreciado y considerado impropio. No voy a mentir, me costó un poco acostumbrarme al acento, al dialecto y a la jerga. Después de cuatro meses, a menudo me quedo con la boca abierta cuando alguien cuenta un chiste.
El artículo explica que esto es típico en todas partes, poniendo como ejemplo el Reino Unido. En mi país, el poder se ha basado en el sur del país y los acentos regionales de Manchester, Liverpool y Edimburgo se consideran “impropios”. Ahora se puede ver por qué este artículo era tan interesante para mí, parece que nunca voy a ganar. Nací en Manchester, y mi español es ahora probablemente una mezcla de dialectos latinoamericanos, andaluces y guiri.
El descubrimiento de América
Hacia el siglo XI, cierto estudiante o predicador anotó, en los márgenes de un texto latino, el primer testimonio escrito en lengua castellana que ha llegado hasta nuestros días. Son las famosas “Glosas Emilianenses” del monasterio riojano de San Millán de la Cogolla, cuna de una lengua que hoy utilizan más de 500 millones de personas. Aquí comienza este viaje, en San Millán de la Cogolla, en La Rioja. Aquí se encuentran los monasterios de Yuso y Suso, el lugar donde aparecieron las célebres “Glosas Emilianenses”. Estas primeras manifestaciones del castellano continuaron en las “Glosas de Silos”, registradas a 110 km de distancia en el monasterio de Santo Domingo de Silos, en la provincia de Burgos.
Más tarde fueron las universidades de Valladolid y Salamanca las que contribuyeron a la expansión del castellano. La publicación de la Gramática de la Lengua Castellana de Antonio de Nebrija y la intensa vida cultural que se desarrollaba entonces en estas ciudades las convirtieron en importantes focos culturales de la zona. Con el paso del tiempo, la capacidad de pensar e imaginar se pondría de manifiesto en grandes novelas como El Lazarillo de Tormes y La Celestina. También en la obra de figuras como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, cuyos escritos desde los conventos y monasterios de Ávila les convirtieron en los primeros escritores de literatura mística.