Ejemplo de lengua vasca
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El euskera (/bæsk, bɑːsk/,[4] también conocido como euskara, [eus̺ˈkaɾa]) (utilizado en euskera) es una lengua hablada por los vascos y otras personas del País Vasco, una región que se extiende a lo largo de los Pirineos más occidentales en partes adyacentes del norte de España y el suroeste de Francia. Desde el punto de vista lingüístico, el euskera es una lengua aislada (sin relación con otras lenguas existentes). Los vascos son autóctonos y habitan principalmente en el País Vasco. El 28,4% (751.500) de los vascos hablan el euskera en todos los territorios. De ellos, el 93,2% (700.300) se encuentran en la zona española del País Vasco y el 6,8% restante (51.200) en la parte francesa[1].
Los hablantes nativos viven en un área contigua que incluye partes de cuatro provincias españolas y las tres “antiguas provincias” de Francia. Gipuzkoa, la mayor parte de Vizcaya, algunos municipios de Álava y la zona norte de Navarra formaban el núcleo de la zona vascófona restante antes de que se introdujeran medidas en la década de 1980 para reforzar el euskera. En cambio, la mayor parte de Álava, la parte más occidental de Vizcaya y el centro y el sur de Navarra están poblados predominantemente por hablantes nativos de español, ya sea porque el euskera fue sustituido por el español a lo largo de los siglos (como en la mayor parte de Álava y el centro de Navarra), o porque puede que nunca se haya hablado allí (como en partes de Enkarterri y el sureste de Navarra).
Alfabeto vasco
principalmente en el País Vasco (Euskal Herria) en el norte de España y el suroeste de Francia. En 2016, unas 631.000 personas hablaban con fluidez el euskera y otras 356.000 lo entendían. Constituyen alrededor del 53% de la población de esta región.
Una forma ancestral del euskera conocida como aquitano aparece en inscripciones romanas en Aquitania, en el suroeste de Francia. Las inscripciones consisten en nombres de personas y dioses, además de algunas otras palabras, y fueron inscritas durante los siglos I y II de nuestra era.
Durante siglos no hubo una ortografía estándar, y el euskera se escribía con las convenciones ortográficas romances, complementadas con varios dispositivos adicionales para representar los sonidos no presentes en las lenguas romances. En 1964, la Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia) promulgó una nueva ortografía estándar, que encontró cierta resistencia al principio, pero que en la actualidad es de uso casi universal.
Se trata de un estilo de letra distinto para escribir el euskera que se desarrolló a partir de grabados e inscripciones. En la actualidad se utiliza principalmente con fines decorativos. En las inscripciones se elimina la zona que rodea a las letras, en lugar de tallarlas, lo que les da un aspecto tridimensional.
Lengua catalana
[2] En 1982, la Ley Básica de Normalización del Uso del Euskera, comúnmente conocida como la Ley del Euskera, ordenó la creación de un mapa sociolingüístico con fines de planificación lingüística en la Disposición Adicional nº 2.
[2.2 La encuesta de calleLa salud y la vitalidad son también fundamentales en el marco discursivo del otro gran instrumento de medición del euskera: la Kale Neurketa, o encuesta de calle. Se trata, sin duda, de la aportación más significativa al panorama de la enumeración procedente de los círculos no gubernamentales de defensa de la lengua. Con versiones piloto que comenzaron en 1982, la primera encuesta de calle completa apareció en 1989 y se ha llevado a cabo en intervalos de cinco años desde entonces. Consiste en enviar relatores a las calles, que toman nota de la lengua o lenguas que se utilizan en las conversaciones que escuchan mientras caminan. Los relatores dedican un tiempo determinado, una vez entre semana y otra durante el fin de semana, a recorrer una ruta determinada por las principales calles y barrios de una muestra de pueblos y ciudades. El objetivo, tal y como lo han descrito, es utilizar métodos de observación para determinar el porcentaje de euskera que se habla en los espacios públicos de las siete provincias vascas. Hoy en día, con más de veinticinco años de existencia, es una de las medidas más importantes y de mayor envergadura para seguir el éxito de los esfuerzos de revitalización lingüística para hacer del euskera una lengua “pública”.
España vasca
Es evidente la importancia que ha adquirido el plurilingüismo y el estudio de idiomas en general en la sociedad vasca en la última década, no sólo en el mundo laboral, ya que hoy en día es un requisito casi imprescindible para conseguir un puesto de trabajo en la administración, en empresas multinacionales, en empresas tecnológicas, etc., sino también en el ámbito social, en el día a día de los ciudadanos del País Vasco.
El auge del turismo en los tres territorios históricos, la difusión de Internet y las nuevas tecnologías, la disponibilidad de medios de comunicación en otros idiomas y la implantación de sistemas educativos trilingües (euskera, inglés y castellano), entre otros factores, han propiciado el aumento del número de ciudadanos que buscan aprender uno o varios idiomas.
La primera lengua que los vascos se preocupan por proteger y preservar es su propia lengua: El euskera, una lengua ancestral que actualmente ocupa un lugar importante en la sociedad. Esta afirmación se ve refrendada por los datos estadísticos del Eustat correspondientes al curso 2010/2011, según los cuales el 60% de los alumnos estudiaban en la escuela el modelo D (íntegramente en euskera), y otro 22% el modelo B (mitad euskera, mitad castellano). Y esta elección se encuentra en edades muy tempranas: en Educación Infantil, el 73% de los niños aprendía en euskera (modelo D), y otro 23% en euskera-castellano (modelo B). Esto demuestra que el euskera está muy vivo como lengua, y que puede tener un futuro muy brillante.